Las locomotoras que se presentan en este libro tienen muchas cosas en común: potencia inferior a los 1.000 cv, no son locomotoras de línea pero tampoco son tractores de maniobras y nacieron con el objetivo de conseguir una construcción estandarizada que fuera común al mayor número posible de administraciones ferroviarias. Pero su origen era radicalmente distinto: Francia ( 040 DE de Brissonneau et Lortz) y los EEUU (La serie Universal de GECo). Tanto en uno como en otro caso, permitió a RENFE disponer de un tipo de máquinas de mediana potencia para todo tipo de servicios: maniobras, trenes cortos, trenes de trabajo, etc Esta categoría de locomotoras permitió disponer de tracción a algunos ferrocarriles de vía estrecha (La Robla, Tajuña) y a las instalaciones industriales (Siderúrgicas y portuarias) del norte de la península.
Los esfuerzos de la UIC por conseguir unificar criterios de construcción (abaratar los costes) para lograr un grupo de locomotoras europeas se consiguió sólo en parte. Pero sin duda, el logro más extraordinario fue la construcción de la locomotora francesa 040 DE. Para apoyar esta política, se acompañó a la compra de estas unidades un sistema de financiación de la entidad Eurofima, especializada en este tipo de operaciones. De este modo se permitía una política integrada europea en la construcción de material ferroviario en unos años en los que, indiscutiblemente, los reyes eran las empresas norteamericanas. En RENFE, y sin gran entusiasmo, se efectuó una experiencia, primero de alquiler y compra después, de una serie limitada de este tipo de locomotora, una Road- Switcher a la europea, estandarizada y de tipo “Universal” que permitiera una fácil exportación. La concepción de este tipo de locomotora hubiera permitido dotar de tracción diesel a líneas y ramales secundarios que no admitían excesivas cargas por eje. Aunque la serie no satisfacía a RENFE por problemas técnicos y poca potencia, estuvieron en servicio unos 30 años. Series similares continúan funcionando en Francia y otros países.
Una locomotora de concepción similar de origen americano dio lugar a la serie 10.800 de RENFE, conocido como las ye-ye. La gama americana de la U10B de General Electric llegó a España al Ferrocarril de La Robla en 1963. Este modelo era uno de los más adecuados para ferrocarriles de vía estrecha y trazados difíciles. La sencillez y dureza de estas locomotoras interesaron a la Babcock & Wilcox de Vizcaya, que lo incluyó en su catálogo de construcción de locomotoras junto a la filial de GECo, la GEE.
La puesta en marcha de empresas públicas como ENSIDESA y UNINSA, y otras factorías industriales precisaban de locomotoras de cierta potencia y parecidas a las U10B de GECo.
Como prueba del buen hacer de las GECO, es que en 1998 seguían funcionando con regularidad y con algunas renovaciones de por medio gran parte de estas locomotoras en las empresas en las que se llegaron a utilizar.