Las locomotoras diesel para servicios de línea tuvieron un impulso y una implantación casi definitivas en los años 40 y 50en los ferrocarriles de los Estados Unidos. La que entonces era una nueva tecnología reconvirtió el sistema de explotación ferroviario americano. Incluso, las locomotoras diesel – eléctricas americanas fueron un instrumento político que indicaban el nivel económico y militar de los EE.UU. y sus áreas de influencia en la época de la guerra fría.
La tecnología de la locomotora diesel llegó a los ferrocarriles españoles en los años 50, al igual que a muchos países europeos. El problema principal era financiar la compra y construcción bajo licencia de este nuevo tipo de tecnología. Por esos años, la construcción masiva de locomotoras de vapor aún permitía disponer de un parque de tracción relativamente nuevo. Además, la política de renovación en la red de vía ancha se orientaba en la electrificación de las líneas principales y sustituir deficiencias estructurales en general. La llegada de las primeras locomotoras diesel americanas y francesas a RENFE creó la situación de que RENFE optó por las americanas de importación directa y el Ministerio de Obras Públicas, en sus planes para vía estrecha, optó por locomotoras francesas construidas en España.
La opción de RENFE por adquirir locomotoras diesel de línea americanas fue la misma que la de otros países sin capacidad para construirlas. Los americanos además ofrecían ayudas financieras para su adquisición, al contrario que los franceses.
Las primeras diesel de línea en RENFE, las series de ALCO 1600 y 1800 abrieron un nuevo estilo de explotaciónen la red pero solamente abrieron la puerta a la dieselización masiva que se produjo en el PDM en 1964.
Los estudios previos, los prototipos franceses y los trenes ligeros procedentes de EEUU (TALGO II) dan cuenta de las intenciones de RENFE para adaptarse a las nuevas corrientes ferroviarias, más de EEUU que a la zona europea, fruto de dos políticas procedentes de la neutralidad en la II guerra mundial que permitió el desarrollo de la industria suiza y otra fruto de una política de competencia para contrarrestar la dependencia estadounidense en Europa después de la II Guerra Mundial.
Las locomotoras 318 y 316 iniciaron una época que continuó con otras adquisiciones a América como las 313, 321, 308 y 319.